Hace unos dÃas, el Parlamento de TurquÃa retiró la inmunidad parlamentaria y el escaño al diputado del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) Ãmer Faruk GergerlioÄlu, médico y activista de derechos humanos, que, en su mandato, ha defendido los derechos de las personas represaliadas tras el intento de golpe de Estado de 2016.
Esta decisión se produce después de una condena del Tribunal de Casación por compartir un artÃculo en Twitter en el que pedÃa negociaciones entre el PKK y el Gobierno de TurquÃa. Además, hace unos dÃas también el fiscal general presentó una solicitud de ilegalización del HDP, la principal formación en favor de los derechos de la población kurda en el paÃs, y la tercera en el Parlamento de TurquÃa.El levantamiento de la inmunidad parlamentaria, a pesar de que el proceso judicial aún no ha concluido, y el proceso de ilegalización de todo el partido elevan todavÃa más las crÃticas sobre el alcance del sistema democrático en TurquÃa. Por desgracia, el caso del diputado GergerlioÄlu no es el único, ya que se ha convertido en una práctica habitual en los últimos años, con la encarcelación incluso de los copresidentes del HDP, Selahattin DemirtaÅ y Figen YüksekdaÄ, pese a la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que ha pedido su liberación.Además, el pasado 20 de marzo TurquÃa salió del Convenio de Estambul contra la violencia machista mediante un decreto presidencial y sin ningún debate parlamentario. El Convenio de Estambul, promovido por el Consejo de Europa, establece un marco internacional vinculante para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres. Fue abierto a la firma en 2011 en dicha ciudad turca y entró en vigor en 2014. TurquÃa fue el primer paÃs firmante (junto a Alemania, Francia, España, Portugal y Grecia, entre otros). Por este motivo, Idoia Villanueva y MarÃa Eugenia RodrÃguez Palop registraron una pregunta escrita ante la Comisión Europea para demandar que la defensa de los derechos de las mujeres y de las personas LGTBI sea un elemento central de las relaciones que entable la UE con cualquier tercer Estado, asà como condición indispensable para mantener cualquier tipo de vÃnculo polÃtico y económico con terceros paÃses.Desde Podemos condenamos estas acciones contrarias a los más básicos derechos fundamentales de la democracia que TurquÃa debe cumplir al ser integrante del Consejo de Europa. También nos sumamos a la exigencia de The Left, nuestro Grupo Parlamentario Europeo, al Consejo y a la Comisión Europea para que exijan el fin de las violaciones de derechos humanos como una condición esencial previa, recogida en los tratados europeos, de las relaciones entre la UE y TurquÃa.